Cuando conectas con tu niña \ niño interior, descubres tus dones, tu propósito comienza a revelarse y te abres a infinitas posibilidades que están más cerca de lo que hubieses imaginado.
Verlo, amarlo, honrarlo y cuidarlo son claves para nuestra vida plena como adultos, ya que nos permitimos hacernos cargo de todo lo que pudiese haber requerido o ahora necesitar. Dejamos de traspasar la responsabilidad a otras personas de cómo deberían tratarnos, atender o darnos porque sabemos que nadie puede satisfacernos como debemos hacerlo con nosotros mismos. Al hacernos concientes de la importancia de este tema, nos volvemos nuestros propios padres.
Cuando le permitimos que sea y fluya, empezamos a escuchar sus mensajes y a dejarnos guiar por su luminosidad. Nos toma de la mano sin miedo y nos lleva a recorrer senderos por los que nunca nos abría atrevido a adentrarnos.
Al volver a recordar, nos acercamos más a nuestra esencia y a lo que somos, seres de amor y luz.
Me encantó vivir este proceso creativo de co-construcción y conceptualización artística de homenaje a mi niña interna.
Y tú, ¿cuán cercano o alejado estás de esa parte más inocente y noble de ti?